101 Historias para compartir



101mujeres Tengo 13 años, voy en secundaria y lo que mas me gusta en la vida es dibujar y escuchar música. No soy una niña muy sociable y eso a veces me trae problemas, pero no todo el tiempo estoy sola, tengo un amigo que conocí en el curso de arte al que fui en el verano y también tengo un divertido gato negro que se llama Noche.


Las historias de Aline

  • Independiente y solitaria como mi gato
  • ¡Odio las comparaciones!
  • Independiente y solitaria como mi gato

    El domingo, al regresar a casa después de un laaaargo día de compras descubrimos que mi gato Noche había desaparecido. Mi mamá y mi hermana estaban tan preocupadas que a pesar de mis intentos por calmarlas decidieron salir a buscarlo. Noche no apareció y nadie siquiera lo vio. Con todo, me fui a la cama tranquila porque no podía creer que un gatito tímido como Noche se hubiera escapado, suponía que al otro día saldría feliz de alguno de sus escondites.

    Me equivoqué. Fue apenas ayer, cuatro días después, que mi papá se lo encontró caminando muy campante a un par de calles de la casa. Estábamos felices de volver a verlo, y aunque estaba mugrosito y no le gusta que lo toquen lo llenamos de cariño. Noche recibió nuestros mimos y caricias con un ronroneo apenas perceptible y luego, volviendo a su natural indiferencia, huyó para ir a tomar agua como si nada hubiera pasado.

    Aline

    Mi familia entonces empezó a hablar maravillas de la naturaleza misteriosa de los gatos, admiraban su vida solitaria y me sorprendió que cuando Noche prácticamente nos ignoró les causara tanta risa. Yo la verdad estaba un poquito enojada con él, después de cuatro días de ausencia ya comenzaba a imaginarme cosas feas. Pero al verlo feliz y tranquilo de regreso ya en mi cuarto, me puse a pensar en lo mucho que me parezco a mi gato, sólo que a mí no me admiran por ser independiente, al contrario, a veces me presionan para que me adapte a un estilo de vida más sociable. Entendí entonces porque Noche había escapado la mañana de ese domingo. Antes de salir de compras vinieron a desayunar mi tía y mis queridos, pero ruidosos primos, Noche y yo estuvimos muy estresados porque ambos preferimos los ambientes tranquilos, hasta yo tenía ganas de salir corriendo.

    Así que hoy quiero más a mi gato porque me enseñó que es natural, y a veces hasta necesario aislarse un rato, no es que yo vaya a huir de mi casa, pero no me sentiré culpable cuando necesite reponerme y recargar mi batería social encerrada en mi cuarto. Sé que mi familia, aunque me diga todo el tiempo que soy tímida, me seguirá queriendo y que tal vez algún día descubran que como Noche, por mi naturaleza disfruto más cuando todo es tranquilo y estoy a solas.


    ¡Odio las comparaciones!

    Aline Yo no sé si es normal, pero a mi papá y a mi mamá les encanta compararme con mi hermana:
    —¿Por qué eres así?, aprende de tu hermana…
    —¿Negro otra vez? Ponte otra cosa, fíjate en Daniela que bonita...
    Sea normal o no, cada que me comparan yo no puedo evitar enojarme porque pues ¡nada que ver!, cada una tenemos nuestra propia personalidad. Lo peor de todo es que a veces no solamente me enojo, también he llegado a ponerme súper triste porque siento que quieren más a Dani y que nada de lo que yo hago les gusta.
    El otro día me hicieron enojar tanto que no podía parar de llorar. Obvio se preocuparon, así que aproveché para decirles lo que sentía y tal como me imaginaba, mis papás no tenían ni la menor idea de que con sus comparaciones me estaban lastimando. Me explicaron que no lo hacían para molestarme, al contrario, y durante varios días han estado recordándome todas las cosas que les gustan de mí. Desde entonces tratan de no hacer comparaciones, pero a veces todavía se les salen. Yo me sigo enojando pero ya no me deprimo, sé que el problema no está en mi, sino en ellos. Nadie es como yo, Dani no es ni mejor ni peor, simplemente somos diferentes y así nos queremos.
    Lo triste es que todo el mundo hace comparaciones, mis tías, mis abuelos, los vecinos, mis compañeros y hasta las maestras en la escuela; así que de vez en cuando todavía hago corajes. Ser diferente no hace las cosas fáciles, pero cada vez me siento mejor por ser auténtica y disfruto mucho haciendo lo que a mi me gusta.
    ¿A ti también te critican por ser diferente?, ¿te hacen sentir incómoda por ser tú misma?, ¿necesitas inspiración para aceptarte y ser feliz tal como eres? Aquí encontrarás las historias de mujeres rebeldes que en su momento fueron tan diferentes que lograron cambiar el mundo.

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