101 Historias para compartir

Yo soy Regina, voy en segundo semestre de la prepa, me encanta la escuela y todo lo que tenga que ver con ella, aunque a veces me estreso demasiado. Mi sueño es llegar a ser científica para descubrir una forma de detener el calentamiento global y vivir en un mundo más saludable.
Las historias de Regina
Tener o no tener novio
¿Se han dado cuenta de cómo a veces una chica normal de pronto se vuelve cool solo por tener novio? De un día para otro cambia de amistades, se viste distinto y parece más madura. Pues así tuve una compañera el año pasado, Andrea, una chica que no sobresalía ni para bien ni para mal y que al empezar a andar con un chavo de último grado se volvió la más popular. Incluso yo, que estoy tan enfocada en mis estudios y que nunca me han interesado mucho los hombres, al verla tan feliz me preguntaba ¿qué se sentirá tener novio?, ¿de verás vale tanto la pena? Descubre conmigo si es tan bueno como parece.
No voy a mentir, desde que Andrea empezó a Andar con ese chavo, a mis amigas y a mí nos daba envidia. Siempre estaba arreglada y se veía muy bonita, se paseaba por aquí y por allá con su guapo novio y sus amigos mayores. Constantemente se iban en coche ve tú a saber a dónde, pero nosotras creíamos que iban a todos los estrenos de película, que no se perdían ninguna fiesta y que comían en las mejores plazas y restaurantes. Invariablemente imaginábamos a la pareja pasándola tan bien como si fueran adultos millonarios, sobre todo cuando Andrea de plano faltaba a clases. Empezamos a decepcionarnos cuando nos dimos cuenta que conforme su popularidad subía sus calificaciones bajaban, además empezó a fumar y se fue apagando poco a poco, unos meses después, Andrea pasó de brillar a estar triste y distraída hasta que un día sencillamente dejó de ir a la escuela. Obvio que los chismes no se hicieron esperar: que si el novio la había engañado, o que había reprobado todo el semestre, hasta hubo quien dijo que Andrea se había embarazado.
Como todo, aquel noviazgo con el tiempo se nos olvidó, pero este año ella retomó sus clases y el chisme se reabrió. Supimos que su ex le pedía fotos íntimas, y aunque ella resistió la presión y no lo hizo, se deprimió cuando él la dejó por eso. Ella perdió el año escolar, perdió a sus amigos y salió lastimada, afortunadamente no perdió su dignidad, recuperó su brillo y ha vuelto a la escuela.
Por eso no estoy de acuerdo cuando dicen que una chica que no tiene novio es por fea o rarita. Evitar un novio en la adolescencia es completamente normal, de hecho es deseable, sobretodo porque no estamos preparadas emocionalmente para toparnos con un rufián como el ex de Andrea, ni mucho menos para asumir las consecuencias de las malas decisiones que se pueden tomar en pareja: un embarazo, una enfermedad, o simplemente lidiar con un inmaduro que nos maltrate o nos ignore. Así que nunca más pienso sentirme rara, fea o perdedora por no tener novio, ya llegará y si no, yo seguiré estudiando, conociéndome a mí misma y trabajando en mi autoestima para que mi felicidad no dependa de nadie.
Hoy aprendí a decir que NO
Son las 9 de la noche del sábado y yo todavía no acabo el trabajo de biología. Lo peor es que me estoy cayendo bien gorda porque todo es mi culpa. No dejo de pensar que si hubiera dicho que NO, hoy hubiera tenido tiempo para estudiar inglés y no me perdería el paseo de mañana con mis primas.
No sé por qué no puedo negarme, como que me da pena; pienso que si digo que NO, mis compañeras pueden sentirse mal y yo me sentiría culpable, sobre todo porque ellas no van tan bien en la escuela, así que prefiero evitar conflictos. Además no me gustaría que se enojaran conmigo, de por si no les hace mucha gracia que yo siempre saque mejores calificaciones. Aunque, pensándolo bien, no es mi culpa que ellas no estudien lo suficiente y se distraigan con sus novios. No es justo que yo tenga que hacer su parte mientras ellas se divierten. Estoy cansada y furiosa, esto no puede volver a pasarme, me prometo que, aunque sea muy difícil, la próxima vez que me pidan que yo haga todo con el pretexto de que a mi me queda mejor diré que NO, pensaré en lo frustrada que estoy ahorita y en todo lo que me he perdido por no atreverme a decir que NO. Es más, ahora mismo les escribo al grupo para decirles que no he acabado y que mañana tengo un compromiso, que ellas tendrán que hacer lo que falta. Si dejan de hablarme estaré triste, pero se me pasará porque esas personas que fingen ser amigas solo por conveniencia no valen la pena.
ACTUALIZACIÓN RÁPIDA (antes de irme a nadar con mis primas)
Pues mis amigas no se enfadaron tanto como yo pensaba, obviamente tuve que calmarme un poco antes de escribirles y pensar un forma amable de explicarles la situación, y pues sí se sacaron de onda un poquito por decírles a última hora, pero las convencí resaltando sus puntos fuertes, como que con su buen gusto y sus dibujos el trabajo quedaría mejor; también les dije que al hacer su parte aprenderían lo necesario para el examen por lo que en el fondo les convenía.
Yo aprendí que aunque me cueste mucho, poner límites les hace bien a ellas y sobre todo me hace bien a mí. Hoy ya no me siento usada, ni manipulada, aunque todavía estoy un poco preocupada porque no sé como va a quedar su parte del trabajo y de eso depende la calificación de todas, pero pues nada es perfecto, y estoy segura de que todo se me olvidará al rato en la alberca, disfrutando con mis primas y haciendo las cosas que Sí quiero hacer.
Todas las historias |
