101 Historias para compartir



101mujeres Hola, me llamo Daniela , tengo 17 años. Estudio el bachillerato y lo que más me gusta es estar con mis amigas y conocer gente nueva. Disfruto también pasar tiempo en internet porque me gusta estar enterada de lo que pasa en el mundo, pero también me gusta ir de compras y cocinar con mi mamá.


Las historias de Daniela

  • ¿Amas y al mismo tiempo odias tu teléfono celular?
  • ¡No sé qué estudiar!
  • ¿Amas y al mismo tiempo odias tu teléfono celular?

    Daniela Sin darte cuenta, de pronto estás viendo el video de un gatito, luego una foto de tu crush, después un meme o el escándalo viral de algún famoso; si algo te atrapa te detienes unos segundos pero enseguida vuelves a scrollear sin saber por qué.

    ¿A poco no? Automáticamente buscas tu celular cuando estás aburrida, cuando esperas a alguien, si no puedes dormir o si estás cansada, también si no puedes concentrarte en la tarea, si te peleaste con tu amiga o si no pasa el metro, etc. Parece que tu teléfono está programado para darte lo que necesitas en cualquier momento: una novedad, un chisme, un juego; cosas que te interesan y parecen estar diseñadas solo para ti. Es tanto el tiempo que pasas en el teléfono, que en la escuela y en tu casa te critican por hacerlo. A ti te parece injusto porque la mayoría lo hace, pero tu misma sabes que a veces deberías estar estudiando o limpiando tu cuarto en lugar de jugar en línea por horas, o estar mirando videos de perritos y stalkenado a la niña más popular de tu escuela. A veces preferirías hacer algo más productivo, irías mejor en la escuela y evitarías problemas tontos con tu familia.

    Pero no es fácil, por un lado, nuestro cerebro esta diseñado para estar muy a gusto con los constantes estímulos que proporciona el teléfono, sobretodo siendo adolescentes, y por otro, las aplicaciones están programadas maquiavélicamente para darnos todo aquello que nos gusta y mantenernos más tiempo en sus garras.

    Por eso, aquí te damos algunos trucos para reducir el tiempo que usas el celular y hacer tu vida más rica y productiva:
    • Usa un despertador “antiguo” y un reloj de pulsera para ver la hora y despertarte. Hay unos relojes muy padres, PERO MOMENTO, si no tienes uno ¡no lo vayas a buscarlo en línea!, ve al tianguis o al centro comercial a escogerlo personalmente.
    • Escucha la radio para enterarte de las noticias y estar día.
    • Todas las veces que sea posible busca la información para tu tarea en libros físicos o consultando a otras personas.
    • Cuando vayas a la papelería, al mercado o a cualquier mandado no lleves tu teléfono. Vete despegando poco a poco de él. Entre más te separes del celular más podrás poner tu atención en lo que hay a tu alrededor y ejercitarás otras funciones del cerebro.
    • Prueba a estar un día completo sin teléfono, al menos no lo lleves a la escuela. Seguramente sentirás el impulso de verlo, pero descubrirás que puedes aguantarte y que hay otras cosas que te pueden dar la misma satisfacción (hacer nuevos amigos, conocer la biblioteca, visitar el laboratorio, puedes aprovechar el tiempo para resolver dudas con algún profesor, ponerte al día con tus tareas o tan solo observar a la gente y el paisaje.
    • Cuando te descubras usando tu teléfono sin saber por qué, trata de estar más consciente de lo que estás haciendo y cuestiónate qué tan satisfecha te sientes al hacerlo, y la próxima vez que sientas el impulso de ver tu teléfono trata de aguantarte, piensa que es un antojo y no una necesidad. Puedes decir está bien, es verdad que realmente quiero mirar mi celular pero puedo intentar no hacerlo y no pasa nada.

    Te llevará tiempo y mucha práctica lograrlo, pero si eres constante, después serás más capaz de mantener tu atención en las clases, dormirás mejor, disfrutarás de otras actividades, podrás conocer mejor a tu familia y te sentirás feliz contigo misma al disfrutar de la infinidad de experiencias que existen fuera de la pantalla.

    ¡No sé qué estudiar!

    DanielaTanto para Daniela como para la maoría de estudiantes, elegir una carrera universitaria es una de las decisiones más difíciles de tomar.

    ¿Qué pasa si no te gusta nada? ¿Cómo elegir entre tantas opciones si ninguna te apasiona? Primero que nada, es importante que sepas que es súper normal no saber qué estudiar, peor tantito si crees que no existe algo que te apasione de verdad.

    No todas las personas tenemos una pasión evidente o un interés específico como Aline, la hermana menor de Daniela, que desde muy chiquita sabe que será pintora. A veces, nuestras pasiones y habilidades permanecen dormidas hasta que nos detenemos a pensar en las cosas que nos gusta hacer siempre. Antes de decidir, quizá te ayude pensar en las cosas que haces regularmente y que disfrutas al hacerlas, no importa si no lo ves como una profesión. Fue así como Daniela descubrió que le encanta hablar y ser sociable. Disfruta trabajando en equipo y se conecta rápido con las personas; y aunque todavía no sabe qué carrera estudiará, sus opciones se han reducido a aquellas profesiones en las que tenga trato directo con gente. Por ahora se dará un tiempo para explorar diferentes materias antes de decidir.

    Lo importante es no apresurarse y estar bien informada, una carrera no marca tu vida, siempre es posible cambiar de opinión y de profesión. Si tú estás pasando por lo mismo que Daniela, busca consejo, pregunta en tu escuela por asesorías y test vocacionales. Platica con profesionales de diferentes áreas; escuchar las experiencias de otras mujeres también puede darte ideas para trazar tu propio camino, tal como hicieron muchas de las pioneras e inventoras que forman parte de 101 mujeres. Conócelas y descubrirás opciones profesionales que tal vez no habías contemplado.

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